En el abrazo de un sueño
“En el abrazo de un sueño”
En el abrazo de un sueño, vagaba de par en par,
A un lugar donde las sombras permanecen en silencio,
Los segundos se vuelven amargos, se quedan y se tuercen,
Los minutos se extienden hacia adelante en una niebla.
Los anhelos se disuelven, como los bigotes en el aire,
Perdido en el eco de mi desesperación silenciosa,
Flotando como hojas en un mar turbulento,
Azotado por las olas de lo que nunca podría ser.
Las Ideas giran salvajemente, una tormenta en la mente,
Fragmentos de esperanzas, dispersos y ciegos,
Una visión caleidoscópica, tan vívida pero fugaz,
Una danza de ambiciones en el caos compitiendo.
Cada pensamiento un pájaro, con las alas cortadas y deshilachadas,
Buscando la luz del sol en un mundo que está podrido,
Pero las sombras me rodean, su agarre siempre apretado,
Mientras busco el amanecer en lo profundo de la noche.
Sin embargo, en algún lugar, un parpadeo, una chispa lucha por brillar,
En el corazón de la tormenta, donde las aguas salvajes fluyen,
Porque incluso en la deriva, hay propósito de encontrar,
Un mosaico de sueños, entrelazados y alineados.
Así que recojo mis pedazos, mis bigotes para tejer,
Un tapiz brillante, alimentado por lo que creo,
Es este lugar de anhelo, donde todo parece desvanecerse,
Un nuevo amanecer está esperando; Todavía no se ha retrasado.
A través de los caminos sinuosos del sueño, voy a aprender a dirigir,
Abrazando las sombras, enfrentando mi miedo,
Porque dentro de cada latido del corazón, una promesa espera,
En el reino de los soñadores, donde el destino espera.
Fraternalmente: Mario Dávila Guzmán
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